El mundo del entretenimiento filipino se estremeció con la noticia de que el aclamado cantante y compositor, Ultimo, iba a realizar su primera gira por Filipinas. Un evento sin precedentes para los fanáticos, quienes habían estado esperando ansiosamente por este momento durante años. La emoción era palpable en las redes sociales, donde los hashtags relacionados con Ultimo se dispararon hasta alcanzar las primeras posiciones de tendencia. La fecha elegida para el concierto fue el 15 de julio en el coliseo Araneta, un lugar emblemático que prometía ser la cuna perfecta para una noche mágica.
La gira de Ultimo por Filipinas era mucho más que un simple concierto; se percibía como un reencuentro con sus raíces. A pesar de haber alcanzado fama internacional, Ultimo siempre había expresado su cariño por Filipinas y su deseo de conectar con su público filipino. Esta gira se presentó como una oportunidad única para que Ultimo compartiera su música con la generación que lo había descubierto a través de plataformas digitales y aquellos que recordaban sus inicios en los escenarios musicales filipinos.
El concierto comenzó a las 8:00 pm con una ovación ensordecedora. Los fanáticos, vestidos con camisetas de Ultimo y sosteniendo carteles con mensajes emotivos, esperaron con ansias la aparición del artista. La banda de Ultimo apareció primero en el escenario, creando un ambiente vibrante con melodías que anticiparon la llegada del protagonista. Finalmente, después de una breve pausa, las luces se apagaron y Ultimo emergió en escena, vestido con un traje elegante de color negro.
El concierto se dividió en tres partes: una selección de sus éxitos más recientes, una sección dedicada a los temas que lo catapultaron a la fama y, por último, un cierre épico con canciones inspiradoras llenas de esperanza. Ultimo interactuó con el público durante todo el show, contando anécdotas divertidas sobre su vida personal y profesional, e incluso dedicando algunas canciones a personas especiales del público.
La música de Ultimo tiene una peculiaridad: la capacidad de conectar con las emociones más profundas de cada individuo. Sus letras son sinceras, reflexivas y evocan recuerdos que resuenan en el alma. Durante el concierto, se podía sentir un ambiente de unión y empatía entre los asistentes. Todos cantaban a coro las canciones, bailando con una alegría contagiosa y dejando que la música los transportara a un mundo lleno de emociones.
A mitad del concierto, Ultimo invitó al escenario a Sarah Geronimo, una famosa cantante filipina. Juntos interpretaron una versión acústica de “Pangarap Ko Ang Ibigin Ka,” una balada popular que conquistó el corazón de millones de filipinos en la década de los 90. La colaboración fue un éxito rotundo y emocionó a todos los presentes.
El momento más emotivo del concierto llegó durante la interpretación de “Liwanag Sa Dilim,” una canción que Ultimo compuso para su abuela, quien siempre lo apoyó en su camino hacia el éxito musical. Mientras Ultimo cantaba con voz trémula, se pudo ver a muchos asistentes limpiándose las lágrimas.
El concierto terminó después de tres horas de música ininterrumpida. Los fanáticos, exhaustos pero felices, abandonaron el coliseo Araneta con la sensación de haber vivido una noche mágica e inolvidable.
Más allá del escenario: La vida personal de Ultimo
Ultimos, además de ser un talentoso artista musical, se ha destacado por su carisma y humildad. A pesar de su éxito internacional, mantiene una conexión cercana con sus raíces filipinas y suele apoyar causas sociales en el país. En 2019, Ultimo fundó la “Fundación Liwanag,” dedicada a brindar educación y oportunidades a niños desfavorecidos en Filipinas.
Pero la vida de Ultimo no ha estado exenta de controversias. En 2021, se vio envuelto en un escándalo cuando un video suyo cantando una canción con contenido político se hizo viral. Aunque algunos criticaron su postura política, otros lo apoyaron por usar su voz para expresar sus ideales.
A pesar de los altibajos que ha enfrentado, Ultimo sigue siendo uno de los artistas más queridos y respetados en Filipinas. Su música, cargada de emociones y reflexiones, conecta con la gente de todas las edades y generaciones.